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Análisis

My Friend Pedro

Acción frenética, balaceras y bananas en 2D

My Friend Pedro

My Friend Pedro es un título de acción que se vale de mecánicas de antaño. Pero como todo lo publicado por Devolver Digital, y en este caso desarrollado por DeadToast Entertainment, el juego adopta un diseño moderno y una visión artística de vanguardia. Estamos ante un shooter que es puro disparos, sangre y ¿bananas? Pues sí, eso dice el título; una propuesta experimental que reversiona conceptos que ya conocíamos de la manera más canchera y alocada posible.

Con una historia clásica dentro de la ficción criminal, bien al estilo John Wick o alguna película de Tarantino, My Friend Pedro nos propone encarnar a un asesino. Con una historia que es mitad venganza, mitad “escapemos antes de que nos maten”, nuestra guía a lo largo del juego es una banana. Sí, leyeron bien. Una banana (o banano) parlante llamada Pedro, que es a su vez nuestro mejor amigo y el que nos da la excusa necesaria para darle algo de sentido a la balacera.

Estamos ante un título muy arcade dividido en niveles. Se juega como un shooter con desplazamiento lateral, con alguna que otra sección de plataformas y puzles sencillos. El objetivo es sumar el mayor combo matando enemigos y aprender a jugar hasta pasar cada nivel sin morir. Pensado para rejugarse, el mayor desafío es obtener un ranking S en cada nivel en la dificultad máxima.

Pero My Friend Pedro es más que un shooter de reflejos y apuntar. Las mecánicas resultan originales por las físicas del juego. Nuestro asesino, además de poder disparar con dos armas a la vez, puede saltar impulsándose contra las paredes, colgarse de sogas, entrar a habitaciones rompiendo ventanas, arrojar barriles explosivos, entre otras habilidades que harán de cada nivel un frenesí sin igual.

El broche de oro lo pone la mecánica de cámara lenta (bullet time), al mejor estilo Max Payne. El resultado es una dinámica de acción única, un delirio de piruetas asesinas, planos cinematográficos, físicas muy locas, y sangre y disparos por doquier. Lamentablemente hay pocas bananas en la jugabilidad, pero nuestro amigo Pedro le pone todo el encanto a la trama.
Aunque My Friend Pedro tiene todo el estilo y es muy fácil que nuestras sesiones de juego con él duren horas, la propuesta no llega sin falencias.

Los primeros compases de la aventura se nos hacen lentos. Primero que nada porque el control no es de lo más intuitivo, mucho menos en Switch o jugando con teclado, y vamos a sufrir un rato hasta agarrarle la mano. Segundo porque el primer capítulo tiene niveles bastante simplones y repetitivos, a modo de tutorial que se antoja demasiado largo.

Sin embargo, una vez que arranca, es uno de los juegos de acción en 2D más vertiginosos que existen. Punto extra al combate con el primer jefe, el famoso nivel de la motocicleta, que no es de lo más original en cuanto a mecánicas. Pero es uno de los mejores porque rompe con la monotonía de los niveles que vienen justo antes.

La banda sonora es tan trepidante como el gameplay y se luce especialmente en los niveles mejor diseñados, en los que la acción va al compás de la música. La historia no es precisamente destacable, pero no lo necesita tampoco. El guión se luce con chistes y diálogos afilados, que aportan su granito de arena a lo arriesgado de la propuesta general.

por Florencia Orsetti